DIFICULTADES DE APRENDIZAJE. 1ª ETAPA

Feb 19, 2021 | noticias

El aprendizaje, en el ser humano, es un proceso que abarca toda la vida, y que se va desarrollando desde el momento del nacimiento. Sobre los primeros aprendizajes se irán construyendo y anclando los demás y, el resultado de todos ellos juntos conformará una manera de concebir el mundo que nos rodea y un estilo de aprendizaje.

Las dificultades de aprendizaje están agrupadas dentro de una serie de trastornos en la adquisición de habilidades cognitivas.

Entre ellas, se encuentran las dificultades en la adquisición y el uso del lenguaje, en habilidades matemáticas, en el aprendizaje de la lectura y la escritura, en razonamiento…

Muchas de ellas se deben a una mala integración de patrones motores, a un mal establecimiento de la lateralidad, que puede afectar a aspectos visoespaciales; al deficiente funcionamiento de habilidades visuales o auditivas, un inadecuado desarrollo de la atención o el exceso de actividad…

SIGNOS DE ALARMA PARA PREVENIR DIFICULTADES DE APRENDIZAJE DESDE EL NACIMIENTO

Desde edades tempranas debemos estar atentos al comportamiento del bebé para detectar posibles dificultades con respecto a:

Audición: desde antes de nacer, los bebés tienen predilección por el sonido de la voz humana. Ya en el útero, en la semana 20 de gestación, el nonato puede oír los latidos del corazón de la madre y, en la 25, puede reconocer voces familiares.

Si en los primeros meses notas que tu hijo no se gira cuando lo llamas o no se gira ante sonidos fuertes, házselo saber al pediatra para que te derive y que le hagan pruebas. Puede que tu hijo esté muy irritable cuando hay mucho ruido alrededor. Observa su comportamiento, puede ser que tenga demasiado desarrollada la audición y que ente varios ruidos del ambiente se estrese.

Visión: tras el nacimiento, la visión se va conformando y poco a poco, el bebé pasa de diferenciar contrastes de luz a percibir formas y colores. Lo que más le llama la atención es el rostro humano y, en concreto, los ojos, que será lo primero y lo más cercano que tiene el bebé al ser amamantado.

Si notas que tu bebé no fija la mirada y la tiene perdida o no se mira las manos a los 10 meses aproximadamente o no se interesa por los objetos, consulta con el pediatra.

Niveles táctiles: uno de los primeros sentidos que el bebé desarrolla es el táctil. A través del tacto podemos identificar la temperatura, la textura, la presión… Dentro del seno materno, el bebé está expuesto a la presión del útero y, cuando nace, el contacto con la piel de la madre le da seguridad y le hace sentirse amado y querido. Por otro lado, a través de la boca explora y conoce los objetos e integra toda la información del exterior, y se va dando cuenta de los límites de su propio cuerpo.

Si tu bebé no quiere que le abraces o ves que no le gusta coger cosas o le desagradan las diferentes texturas, puede tener un problema de integración sensorial. Llévalo a un especialista para que te oriente.

Niveles motores: los movimientos que realiza el bebé y los que siente mientras lo balanceamos y lo cogemos en brazos, son fundamentales para el desarrollo del sentido vestibular, relacionado con el equilibrio, la deambulación y el conocimiento del propio cuerpo en el espacio. Estos movimientos, al principio son torpes y descoordinados y se irán desarrollando en función de lo que el bebé se muevan o le movamos.

Si tu bebé no se mueve, si no se calma cuando lo meces, si no se voltea con 6 meses o no pivota sobre su barriga, si no se coge los pies, te puede estar dando señales de que algo no se está desarrollando de manera adecuada.

¿QUÉ PUEDO HACER ANTE ESTOS SIGNOS DE ALARMA?

Si tienes algún tipo de duda sobre lo que le ocurre a tu hijo, no dudes en traerlo. Te asesoraremos y te ofrecemos la alternativa más adecuada:

Cursos de masaje infantil: para desarrollar los sentidos, incluido el táctil y el vestibular, y para hacer que pases unos momentos inolvidables con tu bebé.

Sesiones de psicomotricidad: ayudarán a tu bebé a seguir las pautas de desarrollo motor y conseguir una buena integración.

Colaboración con las Escuelas infantiles: para acercarnos a las familias y poder valorar todos estos signos. De esta manera, ayudamos a que el crecimiento de vuestros hijos se desarrolle de la manera más armónica posible desde edades tempranas.